Un estudio publicado recientemente sobre la integración de la atención de salud mental en una clínica especializada en reumatología pediátrica, con el apoyo de la Fundación Cure JM, concluyó que la necesidad de atención de salud mental es grande y que, a pesar de los retos, con la coordinación de diversas partes interesadas, es posible. Publicado en FronterasLos autores principales fueron la Dra. Susan Shenoi, reumatóloga pediátrica y Directora del Centro de Excelencia Cure JM del Hospital Infantil de Seattle; la Dra. Joanna Patten, psicóloga; Stacey Haynes, psicóloga; y Suzanne Edison, madre de JM, antigua consejera y Coordinadora de Salud Mental en Cure JM.
Es bien sabido que los jóvenes con enfermedades reumatológicas o autoinmunes a menudo tienen síntomas coexistentes de salud mental, incluyendo ansiedad y depresión, que son difíciles de abordar en el lapso de una visita médica a su reumatólogo. Sin embargo, según los estudios de grupos focales que Cure JM financió y llevó a cabo en 2018, tanto los padres como los pacientes se sienten más cómodos con su reumatólogo pediátrico y preferirían hablar con él, o ser abordados para recibir apoyo de salud mental, en su consulta.
A raíz de estos hallazgos, Suzanne Edison planteó al Dr. Shenoi la posibilidad de integrar servicios de salud mental (psicoeducación, evaluaciones de cribado, asesoramiento y derivaciones) en la clínica del Centro de Excelencia de forma regular, convirtiéndola efectivamente en un estándar de atención. En este documento no sólo se describe la necesidad de servicios de salud mental y los obstáculos a la integración de los servicios psicológicos, sino que se examina un modelo que ha tenido éxito, denominado Embedded Behavioral Health Care (EBHC), y los pasos que se dieron para conseguirlo.
Este modelo no sólo sirve a los pacientes y sus familias en el lugar donde se les atiende con más frecuencia, la clínica de reumatología pediátrica, sino que permite a los médicos centrarse en lo que mejor saben hacer, la atención de enfermedades reumatológicas, y aprovechar la experiencia del proveedor de salud conductual para evaluar e intervenir según sea necesario.
La presencia de un Centro de Excelencia JM bien establecido en el Seattle Children's contribuyó a facilitar el desarrollo, la financiación y la aplicación del modelo EBCH. En este documento se describen las principales partes interesadas y sus funciones y, aunque se trata de un modelo concreto, no se adapta a todas las instituciones. Sin embargo, demuestra lo que es posible. En los próximos años, la financiación continua y sostenible y la falta de proveedores de servicios de salud mental disponibles son limitaciones clave a las que habrá que prestar mucha atención.
Un padre cuyo hijo fue atendido por la Dra. Haynes en la clínica del CdE de Seattle dijo: "...nos reunimos con ella dos veces. Fue una buena experiencia".
Edison afirma: "Aunque nuestra psicóloga no volvió a la clínica JM tras el nacimiento de su hijo, nuestro modelo piloto y nuestra experiencia tuvieron tanto éxito que toda la división de reumatología ha sido designada para recibir a un especialista en salud mental a tiempo completo. La dificultad ahora, debido a la falta de personal de salud mental, es encontrar a esa persona".
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